
Hace una semana hablamos de terrazas aluviales del río Diamante y hoy nos volvemos a poner técnicos para profundizar en el estudio de la geología sanrafaelina. El oasis sur es regado por los ríos Diamante y Atuel, pero por causas que no viene al caso, sólo el DIAMANTE construyó un abanico aluvial sobre la planicie (línea gruesa blanca). Esto se puede ver en la forma de las curvas de nivel (en blanco) y en los múltiples antiguos cauces que aparecen en su sector distal (en trazas azules). El ATUEL fue relegado y pasa por el borde sur del valle. Ahora bien, antes de la intervención humana, el Diamante se unía con el Atuel en una zona de Negro Quemado. Esta unión se producía pq el Diamante tiene su punto de intersección aguas arriba de la isla homónima y su lóbulo de depositación actual (en naranja) lo conformaban el triángulo Rama Caída-Salto Las Rosas-Goudge (aprox). Desde el borde este de la isla salían diferentes cauces (en amarillo) con dirección al río Atuel, conformando un potente único río que finalizaba en los bañados del Atuel (La Pampa). En 1809, Don Miguel Telles Meneses desvió el Diamante hacia un antiguo cauce que termina en el río Salado/Desaguadero. El objetivo de su misión era proveer de agua a los inmigrantes que encaraban «la travesía», un trayecto que iba desde el Salado hasta 25 de Mayo y el cual sin agua se tornaba inviable para personas y animales.

En ambos mapas (satelital y orientaciones), además se observan las terrazas fluviales pleistocenas al oeste de San Rafael. Como verán, hay mucha info para que disfruten y se entretengan. Si alguien pensaba que San Rafael era una sola cosa, se habrá dado cuenta que no es así. En próximos posteos seguiremos profundizando sobre los perfiles de suelos en cada sector. ¿Llegaron hasta acá abajo leyendo? ¿En serio? ¿No nos están tomando el pelo? Entonces son tan o más freaks que nosotros y eso es bueno, porque no estamos tan solos en este mundo 🙂