
Las nevadas invernales son de vital importancia en los Andes Centrales de Argentina y Chile. Son los «ahorros» que nos gastaremos en verano, además de nutrir a los glaciares.
Con el comienzo de la temporada invernal, los organismos a ambos lados de la cordillera monitorean con especial atención las acumulaciones niveas y hacen cálculos para ver cómo van a distribuir el agua en la primavera.
En la foto, se aprecia a la izquierda la montaña antes de la primer nevada de la temporada, luego de la primera gran nevada que alcanzó a cubrir hasta la latitud de Mendoza (centro) y por último, una segunda nevada que llegó hasta la Puna catamarqueña incluída (derecha).