
Está pequeña localidad conforma junto a El Bolsón, Epuyén, Lago Puelo y otras la Comarca del paralelo 42. Allí, a fines de los 80’s, un visionario creyó posible hacer vinos dónde sólo se alcanzaba a producir fruta fina.
Luego de las primeras viñas experimentales, en el año 2000 se plantaron cerca de 20 hectáreas y se conformó el primer proyecto vitivinícola del área. Luego de idas y venidas, el presente es más que promisorio, con ya 5 proyectos productivos y otros 20 más a punto de serlo.
Nos podríamos detener semanas hablando de la zona, sus microclimas o exposiciones, pero preferimos dejarlos con esta foto que es demostrativa de la belleza sobrecogedora de esta región.