
Una de las cosas que más nos gusta es recorrer lugares recónditos (y no tanto) buscando lugares para luego fantasear en plantar un viñedo. Eso nos ha llevado a recorrer múltiples lugares dentro del territorio nacional. En zonas áridas, el primer impedimento es el agua, luego la accesibilidad, mano de obra y demás limitaciones, pero soñar no cuesta nada.
La foto que acompaña este posteo es de «el valle Sin Nombre», a apenas 80 minutos de Mendoza. Un lugar mágico, de suelos aluviales, coluviales, hay laderas en todas las exposiciones y de composición granítica, esquistos, calizas y areniscas. Para hacer dulce.
Enclavado en un ambiente semi árido pero con la particularidad de estar frecuentemente nublado (como en la foto) debido a su configuración topográfica que «ataja» la humedad de los frentes fríos y a 1700-2100 metros de altura (W-Ib a W-III). En este pintoresco valle, los cardones son abundantes sobre la cota de los 1900m y bien pegados al frente montañoso, lo que da un aire «cafayatesco» al asunto. Es por ello, que con los amigos de la foto (el @vasq.barreal y el @facundogabrielperalta) lo bautizamos en su momento como el Cafayate Cuyano.
¿Hay viñedos? Ni ahí. ¿Van a plantar próximamente? Menos que menos. ¿Hay más «perlas» incultas en Mendoza o en el país? Sin dudas, apenas estamos empezando a ampliar las fronteras vitivinícolas, es algo que nos apasiona ver. Como siempre, lo mejor está por venir. Hasta la próxima!