
El pedemonte del Valle de Uco es interrumpido por dos gentiles lomas que aparecen sobre la superficie en el sector norte, en los Distritos de El Peral y Gualtallary (Tupungato). Debido a su inaccesibilidad, altura, falta de agua y otros factores (¡quién iba a plantar allí!), apenas han sido cultivadas con vides hasta la fecha. La composición de las sierras es principalmente depósitos aluviales de edad terciaria, por lo que tienen un fuerte contenido de carbonato de calcio que hacen que sea un desafío plantar y llevar un viñedo.

Las sierras aportan diversidad al ya muy diverso panorama vitivinícola. Por ejemplo, las fuertes pendientes que se generan al sur y norte permiten lugares sombreados que permiten buscar expresiones de vinos en los que no estén tan sometidos a la intensa radiación de la zona.
En la actualidad, existen sólo tres productores de Gualtallary que poseen viñedos sobre las lomas con diferentes niveles de avance: Per Se, Zuccardi y Viñalba. En el corto plazo, se espera la plantación de otros tres productores.
Las dos fotos que acompañan esta publicación son de viñedos entre las lomadas. La primera fue tomada desde la parte plantada sobre una de las lomas y la segunda es una novel terraza con orientación sur. Dos ejemplos de los múltiples escenarios que permiten este tipo de lugares de los que no estamos tan acostumbrados en Mendoza.
Será hasta la próxima.