
Después de mucho recorrer regiones y viñedos, nos decidimos a «hacer» vinos. La premisa fue muy simple desde el principio, vinificar zonas que nos llamen la atención, ya sea por la geología del lugar, el clima, el paisaje o la historia. Debido a la falta de recursos de todo tipo, elegimos sólo tres regiones (Puchuzúm, El Cepillo y El Sosneado) para esta primera vendimia y llamamos a @matiasmacias73 y el @vasq.barreal para que nos ayuden con semejante empresa.
PUCHUZÚM es un pequeño paraje en el extremo norte del valle de Calingasta, donde la Precordillera muestra todos sus colores. Allí hay una viñita muy sufrida sobre suelos pedregosos, un antiguo lecho del río. El sol en esa región pega duro y las noches son muy frescas, haciendo vinos con características vallistas. El lugar parece perdido en el tiempo, donde este último corre a su ritmo, entre algunas alamedas que murmuran por las brisa permanente.

EL CEPILLO es el extremo sur productivo del valle de Uco. Las heladas pegan con fiereza, los rindes son muy bajos y el precio de la uva no acompaña, por lo que cada vez se pierden más viñas. Allí encontramos una viñita de malbec, 1,5ha en espaldero bajo, de 40 años, que el productor iba a arrancarla. La calidad de la zona es excepcional y decidimos comprarle una pequeña parte de su producción.

EL SOSNEADO es un paraje en la desambocadura del río Atuel, a 1700m y a 40km de Malargüe. En 2019 encontramos 0,2ha de malbec, en un lugar famoso por la nieve y el granizo. Nadie siquiera nos creía que allí había viña, menos que estuviera viva con el clima de la zona. Nunca había sido vinificada. Finalmente, hace tres semanas pudimos cosechar la uva que milagrosamente llegó a madurez, apenas 500kg. Las características del vino lo alejan por completo de lo que uno ha tomado, con bajo alcohol (12,5) y alta acidez natural (pH 3,3).
¿Van a ser comerciales? No lo sabemos, son muy pocas botellas de lugares raros, vinos de baja intervención y seguramente guardaremos muchas para disfrutar en asados con amigos. El proyecto surge desde una necesidad del disfrute y no con un objetivo comercial.