
Este histórico lugar del norte de Mendoza es el paso obligado para ir a Villavicencio. Desde hace casi una década comenzó la aventura vitivinícola y a la fecha hay 11 hectáreas cultivadas de un único productor. Esa uva va a cuatro proyectos de terceros.
El valle cuenta con su IG (Indicación Geográfica) desde mayo de este año, una noticia que tal vez pasó muy desapercibida en medio de la pandemia.
La zona es un valle con salida al sur, rodeado por la Precordillera mendocina. Las alturas oscilan entre los 900msnm y los 1300msnm. Respecto a los vinos, hemos tenido la posibilidad de probar las cuatro etiquetas y hay un hilo conductor: todos poseen una característica vallista, totalmente diferente al resto de las regiones vitivinícolas de la provincia.
El valle es estrecho y altamente complejo, con quebradas que aportan sedimentos y generaron diferentes abanicos aluviales, pendientes, exposiciones y perfiles de suelos, otorgando una gran diversidad a la zona.
La figura que acompaña esta publicación es un mapa de orientaciones, con curvas de nivel y también los principales arroyos marcados. Estos arroyos son efímeros y sólo funcionan por cortos períodos de tiempo. Por ende, toda el agua que se utiliza es a través de pozos.
Ustedes amigos, ¿conocían sobre este valle? Nos leemos en los comentarios!